El niño sostuvo ensus manos el minidomo de vidrio
y consus ojos bien cerrados reclamó su deseo:
(adentro del minidomo una ciudad respiraba)
y flotando sobre losetas sintió un mareo.
En aquel apartamento deun edificio histórico
el niño de esta historia soñó con la nieve;
y exigiéndola con el poder de su imaginación
hizo que un día cayera como cuando llueve.
Y así comienza un poemario, tan solo con un deseo,
como comienza el clima a ser inestable:
aquella noche junto al niño, lo increíble conspiró,
esa magia que atraviesa lo invisible como un sable.